sábado, 14 de marzo de 2015

Alimentación Consciente

Hoy en día existen muchos alimentos que nos generan un cuerpo en mal estado y por este motivo unas emociones y una mente descontroladas. Pero demos ser conscientes de que tanto el acto de comer como la comida en si, son mucho más que una serie de nutrientes, y es por este motivo están sumamente ligados a nuestras emociones.

Existen varios estudios sobre la dieta habitual de los franceses, que aún consumiendo productos poco beneficiosos para la salud, poseen una calidad de vida envidiable.

¿Entonces?

No debemos olvidar que somos un todo, una globalidad formada por muchas partes. Los franceses tienen una manera más serena de tomarse la alimentación, tienen más tradición de comer juntos alrededor de una mesa, de dedicarle más tiempo a cocinar, a disfrutar de la alimentación: son más sibaritas y al dedicarle mayor atención, ganan terreno en muchos aspectos.

La mayoría de los problemas nacen de nuestro abandono de la cocina, ahora no tenemos tiempo para dedicar a nutrir a nuestra familia con productos de calidad, hechos con amor, lentamente, con atención y sin prisa. El microondas es el utensilio más utilizado y cada miembro de la familia come lo que le apetece, sin ningún tipo de control. Esto tiene efectos a todos los niveles, no sólo en la salud, sino en la unidad familiar y en la educación alimentaria de todos sus miembros.

A los niños no se les inculca el respeto por la naturaleza y por los animales, los beneficios de una dieta saludable, el color de las frutas y las verduras, maneras divertidas de cocinarlas y comerlas….No saben de donde sale lo que comen, como la salchicha Frankfurt que comen por la noche viendo la televisión.

La falta de respeto y de consciencia por parte de todos ha sido lo que más ha dominado en los últimos años. Poco a poco, parece que esto está cambiando a mejor, pero aún así, es necesario volver a hacer una nueva elección, de lo que nos llevamos a la boca y lo que le damos a nuestra familia.

¿Somos verdaderamente conscientes que, con la compra de ciertos productos estamos apoyando directamente la industrialización de los animales sometidos a maltratos, a una mala nutrición y desprovistos de las necesidades básicas, a la "quimicalización" de los alimentos también y al intento constante de las multinacionales por hacerse con el control de los que comemos, con el control de nuestra madre tierra?

Esta decisión consciente o no, implica un rechazo hacía la naturaleza que es la que nos acoge, nos alimenta y nos hace estar vivos. También es un rechazo hacia nosotros mismos, rechazo que trae consigo la misma frustración, tristeza, depresión y desequilibrio, que siente nuestra madre tierra hacía nuestros actos.

Todo es un reflejo.Nuestro vehículo de vida, nuestro cuerpo, nuestro piloto, nuestra mente y el copiloto, nuestras emociones, no podrían realizar su destino, sin un terreno en el que existir y actuar, la Tierra.

Debemos ser conscientes de que el estado de salud de la Madre Tierra determina directamente el de nuestro Ser, porque somos un todo y formamos parte de la Naturaleza.

Se puede conseguir equilibrar las emociones con una alimentación más consciente, eligiendo alimentos que la naturaleza nos ofrece de manera abundante en cada estación, comiendo de verdad de todo, teniendo siempre en cuenta qué efectos a todos los niveles nos crea cada uno de los alimentos y si ese efecto se corresponde con como nos queremos sentir en la vida.


Debemos pasar de una alimentación emocional, que es la que nos hace comer sólo porque algo nos apetece o nos gusta o ideológica: comer por los nutrientes o por las calorías de un alimento y empezar a comer basándonos en el sentido común y en el respeto por nuestro cuerpo. No olvidemos que aunque las emociones necesitan para equilibrarse un cuerpo sosegado energéticamente como base, su alimento es emocional, no físico.

Quizás deberíamos abrazar y comunicarnos más, expresar nuestro sentimientos, tomar un café con un amigo o depurarnos de nuestro pasado con terapias emocionales, para no “necesitar” alimentarnos de lo que nos hace daño y lograr el equilibrio en nuestro Ser completo.

Desgraciadamente casi siempre buscamos salir de una manera cómoda y fácil de cualquier sensación que nos molesta, sin dedicarnos un momento para reflexionar y pensar: ¿Qué podría haber hecho yo para minimizarla o evitarla?

Autor Desconocido... si alguien conoce la fuente les agradeceré compartirlo.

Saludos :D